martes, 6 de noviembre de 2012

LA MORALEJA




Retrato del poeta Charles Bukowski



EL ENCARGADO

bueno, de acuerdo, mira, esto es lo máximo a lo que pueden aspirar
los tipos como nosotros,
no hay más.

Charles Bukowski


Fue mi jefe en el almacén
de La Moraleja*, aquella mañana de derrota,
quien me hizo la pregunta inesperada
cuando confesé que no me gustaba demasiado el fútbol
y que mi pasión era la escritura:

-¿Eres un hombre sensible?

-Tan sensible como cualquiera que lo sea,
pero con un detalle:
soy receptivo al lenguaje oculto de la vida,
por ello me encargo de transmitir
lo que otros no pueden
a través de la función de las palabras.
Aunque no siempre funciona.

Pareció comprenderlo.
Algo brillaba en la superficie triste de sus ojos.

Uno se da cuenta,
tras empaquetar decenas de miles de relojes caros
(junto con tus emociones más profundas),
que el cliente no apreciará en el pedido
nada más que el lenguaje
de una estúpida y perfecta maquinaria.

Hay que seguir trabajando.


_______________
* La Moraleja, barrio de clase media alta situado en Alcobendas, Madrid.

Abel Santos, del libro TODO DESCANSA EN LA SUPERFICIE (Próximamente)



Charles "Chinaski" Bukowski, frente a su mesa de trabajo.



Final de la película FACTOTUM,
basada en los relatos del propio Bukowski.

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