SALVAR EL LABERINTO
Llevaba años entre aquellos muros,
y aunque nunca los consideró su casaeran un claro en el tiempo,
sobriedad, poesía, y un fuego con ella
que hacía retroceder a las sombras
en las tardes de invierno.
Pero le invadió la sensación de irse,
de buscar algo más, de adentrarse
otra vez en sí mismo.
Nuevos recuerdos cambiaron el mundo.
Y cuando encontró lo que buscaba
y le cantó así al nuevo amor:
«De casa ya vengo llorado
al hogar de tu risa y de tus labios»,
ya para siempre comprendió
que el sitio donde se ama
es la única salida del laberinto.
©Abel Santos
de próxima publicación en la antología que reunirá
a los poetas que participamos en el recital a favor de Tots Som Santboians
el 21 de noviembre de 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario
comentarios