viernes, 26 de enero de 2018

LA LLUVIA ES UN BUEN LUGAR DONDE ESCONDERSE





La lluvia es un buen lugar donde esconderse


Y llegó nuestro primer malentendido.

Hay innumerables tipos de males o malestares, pienso,
pero sólo hay una salud.

Benedetti lo dijo antes y mejor:
«Un hombre alegre es igual a todos
en el coro de hombres alegres.
Un hombre triste no se parece
a ningún otro hombre triste».

Y todo por una tontería,
porque mi día de hoy ha sido confuso y desafinado.

Nos sentamos en silencio en un banco de la calle,
no muy lejos de la sala de Urgencias.
Me abrazo a ti. Se me escapan algunas lágrimas.
Y justo, empieza poco a poco a llover,
como solo puede hacer coincidir la poesía.

No quieres salir de allí.

Me dices: —Si mañana en el trabajo me preguntan,
¿pero cómo cogiste este catarro?,
les diré que sentada en un banco con mi chico,
escondidos al otro lado de la puerta de la preocupación,
dándonos cariño bajo la lluvia.

Empiezan a caer de mis ojos gotas de alegría.

Sonrío, como aquellos románticos
de La canción francesa en los años sesenta:
Gilbert Bécaud, Charles Aznavour...

Me devuelves a mi lugar en la coral de los ángeles.

Y es que el amor siempre nos define,
igual que un detalle entra
en un prejuicio y lo desarma.

©Abel Santos
de 'El camino de Angi', 
un diario en verso, 
Próximamente en 2020, 
Póemame Editorial






2 comentarios:

  1. Muy bueno, me gustó la referencia al "coral de los ángeles"

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  2. Muchas gracias Noreyka. Ella es la chica que logra que quiera ser mejor cada nuevo día. Saludos

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comentarios