domingo, 19 de marzo de 2017

ESENCIA, 1998


Sois muchos los que me habéis pedido a lo largo de estos años leer algún poema de mi primer libro publicado en 1998 Esencia. Yo contaba entonces con tan sólo 22 años, y mi escritura era diferente. Sólo decir que debo mucho a aquel libro romántico, religioso y hasta conservador. Hoy, casi 20 años después, tengo la idea de reeditarlo, ya que el amor me ha devuelto a mi esencia, la que perdí, como ya sabéis, con mi época de excesos y escepticismo.
Este libro estaba pensado para aquellas personas que luchan por algo más que gloria o fortuna, personas que como yo, de nuevo, buscan las esencia de las cosas.
Espero sea de vuestro agrado este poema que abría el libro.






SEÑOR

Estás en cada cosa que yo toco
y en cada vida y muerte que yo veo.
Fernando Gutiérrez


Señor, vives en los nacimientos de los niños,
en la paz y en la sangre derramada,
vives en las llagas descalzas de los mendigos
que no giran llaves de puertas blindadas
o en los huéspedes de la guadaña
que se ahorcan en las jeringas.

Vives, día a día, en nuestra rosa
y también en nuestras espinas.

Vives, y eres un centinela sensible
que trasnocha en los hospitales,
que nos auxilia en las autopistas,

Sé que estás latente
en este mundo incoloro de individuos sin decoro,
con sabiduría incolora;
y que el mero hecho de mencionarte les incomoda.
Pero yo, oh Señor, te imploro,
te imploro el porqué de este pan mío
que madruga y bosteza
en el esfuerzo de los lunes enronquecidos.
Te imploro la solución al jeroglífico
de tu gracia y existencia.

Sé que eres mi padre más definitivo
aunque no encuentre
solución para tu nombre en mi pálida frente.

Pero vives. Y miro el reloj como si fuera
la bola de cristal de un adivino,
y te siento cada vez más vecino
en estos cuatro días de infancia,
adolescencia, madurez y muerte.

Señor, vives  en lo terrible y en lo divino.

Abel Santos,
de ESENCIA (Ediciones Az, 1998)









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