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martes, 25 de junio de 2013

ENEMIGO ÍNTIMO






ENEMIGO MÍO 



Dios me ha dejado
una larga temporada conmigo mismo.

Manuel Vilas



Llevo varios años encerrado con un tipo 
exactamente igual a mí
en una especie de celda de castigo.
Yo lo llamo Abel Valiente.
¿Qué puedo hacer al respecto?
Ya no soy un niño
para explorar mi cuerpo.
Y no creo que pueda escribir
el doble de poemas

—si acaso, una breve y única autobiografía
que hable de mis cambios de humor casi bipolares—.
Así  que probablemente le rompa la cara,
como quien rompe un espejo.
El espejo por supuesto, ya me la ha roto a mí.
Ante él he perdido mañanas,
esperanzas, la inocencia

y bastantes relaciones de pareja.
Sí, definitivamente le romperé la cara.
No dudo de que hay cierta justicia
poética en todo ello:

mi reflejo lleva toda la vida golpeándome
en hoteles, barras de bar, ascensores…
Entonces, por  un par de hostias
que le dé no pasa nada,

tanto uno como el otro
somos igual de fuertes.

Claro que, justo un momento antes
de dar el golpe, le miro  y me digo:
«¿En qué clase de juego
imperdonable nos han metido?».
 

Aunque ya no amo
el amor se merece mi amistad.



©Abel Santos
publicado en la antología Voces desde el laberinto
(Parnass Ediciones, 2013)





2 comentarios:

  1. Amigo, Abel. Creo que ya no voy a poder dejar de buscar tus poemas.
    Un abrazo.

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  2. Y yo no dejaré de esperar tus comentarios en este cruce de caminos personal. Un abrazo

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